 |
| Niño de Praga que se venera en el Barrio de Ensenada de los Presos, Acapulco |
SE
CONMEMORA ESTE PRIMER DOMINGO DE MAYO LA CORONACIÓN DEL NIÑO DE PRAGA
Pbro.
Lic. Juan Carlos Flores Rivas
La
imagen del Niño Jesús de Praga despierta en muchos creyentes una especial
devoción. De rostro sereno y amable, que expresa inocencia y ternura, coronado
y bendiciendo con su mano derecha, mientras con la izquierda sostiene el
universo, esta preciosa estatuilla -venerada en la Iglesia de Santa María de la
Victoria en Praga, República Checa- es una bella representación del Niño Jesús
Rey del Universo.
A
partir del año 2004, en un escondido Barrio en el extremo de la Península de
las Playas, llamado Ensenada de los Presos, que se adentra en el mar, se venera
al Santo Niño Jesús de Praga. En ese lugar se resguarda una preciosa imagen de
porcelana, réplica del original, obsequio –junto con dos vestidos usados por la
Imagen Original- del Santuario del Barrio de Malá Strana, en la Ciudad de
Praga, República Checa. Obsequio obtenido gracias a la iniciativa de la
Señorita Rosalinda Radilla (+) y del Profesor Salvador Álvarez Maganda (+), en
el año 2004.
Este
fin de semana, el próximo 1º de mayo, se celebrará la FIESTA DE LA CORONACION
DEL SANTO NIÑO JESUS DE PRAGA, una tradición que nació en el siglo XVII y se
conmemora cada año en el primer domingo de mayo. La celebración de la
coronación del Niño Jesús e Praga se celebra anualmente el primer domingo de
mayo. Ella expresa la convicción de que el Niño Jesús es el rey misericordioso
del mundo. La Misa con la que se conmemora esta celebración, tendrá lugar en
punto de las 12 del día en el Barrio de Ensenada de los presos. ¿cómo llegar? En
la Playa de Caleta, en la glorieta al pie del monumento a Agustín Lara (Oxxo),
se toman camionetas que llevan al Barrio de Ensenada de los Presos.
Esta
tradicional ceremonia de coronación del Divino Infante nació en 1651 cuando el
Conde Martiniz, Gran Márquez de la entonces Bohemia, regaló una hermosa corona
de oro esmaltada, con perlas y diamantes al Niño Rey. Para su coronación se
llevó a cabo una peregrinación por las iglesias de la ciudad. En Acapulco, la
Imagen que se conserva en el Barrio de Ensenada de los Presos, es réplica fiel
de aquella corona, pero aquí es de porcelana, bellísimamente reproducida al
tamaño original.
Ya
en el año 1655, el entonces obispo de Praga coronó solemnemente la estatuilla
con una corona que le obsequió Bernard Martiniz, quien por entonces era el
mayor de los burgraves del reino checo. El Niño Jesús recibió en 1820 otra
corona, que se utilizó en sucesivas ceremonias de coronación hasta el año 2009,
cuando Benedicto XVI le regaló una durante su visita al Santuario. La corona
del Pontífice Emérito es la que actualmente tiene la venerada imagen. El Papa
emérito Benedicto XVI ha sido un grande devoto del Santo Niño Jesús de Praga.
La
hermosa efigie del Niño Jesús de Praga es procedente de España. Se desconoce al
artista que la elaboró, pero se sabe que fue en la segunda mitad del siglo XVI.
De acuerdo con una leyenda, la imagen fue elaborada por fray José de la Santa
Casa, a quien milagrosamente se le apareció el Niño Jesús, siendo el propio
pequeño quien le posó para que lo esculpiese.
De
acuerdo con los datos históricos, la efigie llegó a Praga procedente de España
en el año 1556 de manos de la Duquesa María Manríquez de Lara, quien estaba casada
con Vratislav de Pernstejna, y dio como regalo de bodas a su hija, Polyxenia de
Lobkowicz, la preciosa figura. Otra leyenda dice que la imagen era propiedad de
Santa Teresa de Jesús, quien tenía gran fervor por el Divino Infante -prueba de
ello es la propagación de su devoción por todas las casas del Carmelo- dando la
imagen como regalo a una amiga cuya hija se casaría en Praga.
Es
la hija de la duquesa quien en 1628 dona la pequeña imagen al Monasterio de los
Carmelitas Descalzos en Praga -Iglesia de Santa María la Victoria, actual
Santuario del Niño Jesús-, que por entonces pasaba por varias penurias
económicas. Al presentárseles a los religiosos, Polyxenia les dijo: "Aquí
les traigo el objeto de mi mayor aprecio en este mundo. Honrad y respetad al
Niño Jesús y nunca os faltará lo necesario".
Celebrar
la Coronación del Niño Jesús de Praga, es precisamente, caer en la cuenta de
que la indefensión radical de un Niño, es lo que reafirmaría la devoción, que
pide a cada cristiano ser como niños en el mundo para poder entrar en el Reino
de Dios. Y con todo esto, el Niño es popular también porque es poderoso,
considerado protector milagroso de embarazadas, de madres preocupadas por sus
hijos, protector de los pequeños. Él cumple la enseñanza cristiana paradójica
que expresaba San Pablo: "Cuando soy débil, entonces soy fuerte".
Es
significativo que Jesús quiera propagar la devoción a su infancia en un mundo
en que los niños son abortados, abusados y la mayoría no recibe una educación
ni ejemplo de vida cristiana. Jesús, quién dijo "quien no se haga como
niño no entrará en el Reino de Dios", fue El mismo niño y quiere que
seamos humildes y puros como niños para entrar en Su Reino.
La
mejor coronación que podemos ofrecer al Niño Jesús de Praga, es entregarle
nuestros corazones, haciendo que él reine en nuestras vidas, en nuestros
hogares, y en nuestra patria. Para que el esplendor y la gloria que le
corresponde a él como Hijo Unigénito del Padre, sea también compartida por
nosotros, en la medida que nos esforzamos en vivir sus mandamientos.
La
imagen del Niño Jesús, dijo el Papa Benedicto XVI al coronar al Niño de Praga,
aquél 26 de septiembre de 2009: “nos hace pensar en el misterio de la
Encarnación, en Dios Omnipotente que se hizo hombre y vivió durante treinta años
en la humilde familia de Nazaret”. “Pensemos en todas las familias del mundo e
invoquemos del Niño Jesús el don de la unidad y la concordia para todas ellas.
Pensemos sobre todo en las más jóvenes, que tienen que hacer tantos esfuerzos
para dar a sus hijos seguridad y un porvenir digno. Recemos por las familias en
dificultad, probadas por la enfermedad y el dolor, por las que están en crisis,
separadas o laceradas por la discordia y la infidelidad. Todas las confiamos al
Santo Niño de Praga, sabiendo lo importante que es su estabilidad y su
concordia para el progreso de la sociedad y el futuro de la humanidad". Seguidamente
afirmó que "en el Santo Niño de Praga contemplamos la belleza de la
infancia y la predilección que Jesucristo demostró siempre por los más
pequeños. ¡Cuántos niños, en cambio, no son amados, ni acogidos, ni respetados!
¡Cuántos son víctimas de la violencia y de la explotación por parte de personas
sin escrúpulos! ¡Ojalá estos menores tengan el respeto y la atención que se les
debe: los niños son el futuro de la humanidad!".
¡Santo
Niño Jesús de Praga, bendice a Acapulco! ¡Que todos seamos niños en las manos
del Padre Dios!
