COVADONGA:
SIGNO DE RESISTENCIA E IDENTIDAD; FUENTE DE INSPIRACIÓN CRISTIANA.
Pbro.
Lic. Juan Carlos Flores Rivas
Si
bien actualmente en Acapulco, la devoción a Nuestra Señora de Covadonga no es
muy popular, sin embargo es signo de resistencia e identidad para una buena
parte de españoles, y fuente de inspiración para el pueblo cristiano. Ya que la
historia de la Imagen y el santuario en Asturias, tiene como fuente una
experiencia importante que dio origen el encuentro entre la virgen María y una especie
de guerrillero cruzado, Pelayo, que da inicio a la lucha de reconquista y la
expulsión de los musulmanes de territorio ibero.
La
historia nos cuenta que en el año 722 el ejército musulmán, quien se había
apoderado de toda la península ibérica en una cruenta guerra de invasión,
sometiendo a los cristianos, llegó hasta estas tierras donde se habían
pertrechado entre las montañas un puñado de hombres que se negaban a vivir
subyugados por el guerrero musulmán invasor. Montañeses y cristianos en estas
montañas y capitaneados por Don Pelayo se enfrentaron al ejército invasor
enviado para aplastar la rebeldía de ese reducido grupo de astures.
Las
tropas musulmanas que avanzaban por el valle de Covadonga fueron atacadas desde
las laderas y las alturas que dominan el valle. En la cabecera del valle y en
mitad de una roca vertical hay una cueva donde estaba refugiado Pelayo, desde
allí atacó a las tropas sarracenas derrotándolas, con la ayuda y protección de
la Virgen María. Quien apareciéndosele a don Pelayo, le pidió que encabezara la
batalla y reconquistara los antiguos reinos cristianos. A partir de éste
triunfo, Don Pelayo fue coronado primer Rey de Asturias, al mismo tiempo que
funda el Santuario dedicado a la Virgen de Covadonga en una pequeña ermita en la
que mora la venerada imagen de Nuestra Señora, llamada también cariñosamente “La
Santina”. Vocablo diminutivo que expresa cariño y grande devoción del pueblo a
Nuestra Señora, al mismo tiempo que indica la pequeñez de la imagen, que no es
de gran tamaño.
Los originarios cristianos visigodos de la península ibérica
habían sido aplastados por las tropas musulmanas. El estado visigodo y la
cristiandad hispánica habían sido borrados de un plumazo de la historia
universal. Obispos y clérigos asesinados, iglesias y conventos destruidos,
pueblos enteros arrasados, numerosos mártires dieron testimonio de Cristo.
Muchos cristianos llevados como esclavos por los almorávides al África. En el
contexto de toda esta destrucción, junto a las penurias que vivían los cristianos
mozárabes en los reinos arabizados de la península hispánica, tiene lugar un
importante proceso histórico político militar, y también religioso, que hará
surgir la cristiandad hispánica (hispano-lusitana).
Un autor árabe llamado Al-Markari, en su obra titulada Nafh-al-Tib,
describiendo desde los vencedores la situación y escribiendo sobre la defensa
que iniciara el guerrillero Pelayo, escribía: sólo quedaron “treinta asnos
salvajes, ¿Qué daño pueden hacernos?”. Craso error, esos treinta “asnos salvajes”,
liderados por Pelayo, y bajo la protección de Nuestra Señora de Covadonga,
desde las montañas cantábricas del norte de España, casi junto al mar, los
cristianos visigodos de Asturias, tras la victoria de Covadonga sobre las
fuerzas musulmanas de Munuza de León, comenzarán un movimiento de liberación
con un alto significado ético: la reconquista.
Siendo
España, en la historia universal, el único territorio originalmente cristiano,
perdido y vuelto a arrancar de las manos musulmanas. El pueblo español se unió
a una gran cruzada popular de liberación contra los infieles, musulmanes,
moros. Y la iglesia acompañaba ese proceso popular consolidando la experiencia
de reunificación hispánica. Covadonga es el inicio de un momento esencial
constitutivo de la identidad cristiana española.
No es casualidad que Acapulco, en sus orígenes eclesiales
determinara en 1961, el inicio de una nueva experiencia eclesial, al constituir
la Vicaría fija de Nuestra Señora de Covadonga, con su cofradía y su santuario, en una península (de la
península ibérica a la península de Las Playas), rodeada de mar, en medio de
montañas.
Hoy también estamos en medio de una dura batalla espiritual,
son muchos los enemigos de la fe. Pero gracias a Dios tenemos una Madre,
Nuestra Señora de Covadonga, que nos protege e impulsa en la batalla: ¡Te
invitamos a celebrarla en el Fraccionamiento Las Playas, del 31 de agosto al 8
de septiembre.
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