SAN
JUDAS TADEO: EL SANTO DEL MANDYLION
Pbro.
Lic. Juan Carlos Flores Rivas
Desde los primeros siglos del cristianismo, San Judas Tadeo, viene representado en el acto
de presentar el DIVINO ROSTRO DE CRISTO (MANDYLION), o de llevar la imagen de
Jesús en el pecho. Y esto indica que para él, la vida es Cristo.
Tenemos la obligación de corregir nuestra idea de pensar que
lo que lleva San Judas Tadeo en su pecho es una moneda. NO ES UNA MONEDA. La
imagen de Cristo que san Judas Tadeo lleva en el pecho, se llama SACRO
MANDYLION, es la imagen de Cristo mirando de frente, pintada sobre un lienzo de
lino. ¿Por qué entonces encontramos la imagen de perfil, y resaltada en lo que
parece una moneda? Por la ignorancia de los fabricantes y comerciantes, que
resaltaron el círculo que forma su áurea, el resplandor de su santidad,
induciendo a hacer creer que se trata de una moneda. Lo ideal es que la imagen
sea corregida, como ya algunos fieles, adecuadamente, lo están haciendo, CRISTO
MIRANDO DE FRENTE.
Este SACRO MANDYLION, es diverso de aquél lienzo de la
Verónica, pues el de la Verónica tiene los signos de la pasión del Señor, pues
fue obtenido cuando el Redentor iba cargando su cruz camino al calvario: la
corona de espinas, la sangre preciosa derramada. Mientras que el Sacro Mandylion
no muestra los signos de la pasión, sino más bien es un rostro sereno, lleno de
paz, lleno de poder.
¿Cómo surgió este Mandylion? Hubo en la antigüedad un Rey
llamado Abgar V, en el reino de Edessa, actualmente la ciudad se llama Urfa, en
Turquía. Por sobre nombre era llamado “el negro”, pues estaba enfermo de lepra.
Le llegó la noticia de un médico llamado Jesús, en el reino de Jerusalén. Y
envió un delegado suyo para invitarlo a Edessa a curarlo. El delegado, quien al
mismo tiempo era un experto pintor, seguro de que Jesús no aceptaría tan largo
viaje, pensó: “por lo menos pintare un retrato de Jesús, para que el rey lo
conozca”. Pero cuál fue su asombro, pues del rostro del Maestro salía una luz
tan límpida que le impedía pintarlo. El Maestro, al mirar la angustia de aquél
hombre que no podía cumplir su misión, se compadeció de él, tomó el lienzo de
lino, se limpió el rostro, quedando plasmada su Divina faz. Al mismo tiempo,
Cristo envió una carta al Rey Abgar, que se encarga de darnos a conocer el
“padre de la Historia de la Iglesia”, el obispo Eusebio de Cesarea, en su libro
“Historia Eclesiástica”
El Señor Jesús, entregó el lienzo sacro (llamado hoy
Mandylion) a San Judas Tadeo, para que lo llevara ante el Rey de Edessa. El rey
Abgar, al mirar el rostro Divino de Jesús plasmado en aquél lienzo, curó de la
lepra inmediatamente, convirtiéndose y pidiendo el bautismo. Todo su pueblo
hizo lo mismo, siendo evangelizado por San Judas Tadeo, recibieron el bautismo.
El Mandylion fue colocado en el palacio, de modo que todo el pueblo pudo
admirarlo, escuchar la predicación de San Judas Tadeo, y recibieron el
bautismo, formándose así la Iglesia de Edessa. Estos hechos se conocen gracias
al documento histórico llamado Tradición de Addeo y Mari. El lienzo sagrado
experimentó un largo recorrido hasta llegar a Roma, donde actualmente es
custodiado por el Papa.
Este Rostro Divino es venerado con especial intensidad en el
Oriente cristiano, y ahora te invitamos a venerarlo, en su día, 16 de agosto,
en la Iglesia del Barrio de Tambuco (Caleta). Próximo domingo 16 de agosto de 2020,
Santa Misa 8 y 10 a.m. y 6 p.m.
La imagen más antigua de este Sacro Mandylion, que
muestra a san Judas Tadeo entregando el lienzo al Rey Abgar quien alcanza su
milagrosa curación, se encuentra en el monasterio de Santa Catalina, en el
Sinaí, y es la imagen que acompaña este artículo.
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