CROQUIS DE LOCALIZACION

CROQUIS DE LOCALIZACION

miércoles, 2 de septiembre de 2020

COVADONGA: ESPIRITUALIDAD DE CRUZADA.



COVADONGA: ESPIRITUALIDAD DE CRUZADA
Pbro. Lic. Juan Carlos Flores Rivas

         Cruzadas en sentido estricto son las expediciones militares emprendidas por los cristianos de Occidente, bajo los auspicios del papado, para rescatar los Santos Lugares de Palestina. El nombre les viene de la pequeña cruz de paño rojo que los soldados llevaban sobre el hombro derecho.
         Cruzadas en sentido amplio son las expediciones militares emprendidas por los cristianos contra los infieles; como es el caso de España. Cuando los musulmanes conquistan un territorio, los cristianos conservan una relativa libertad muy vergonzosa a costa de fuertes impuestos. Los cristianos, en un principio son tolerados por los musulmanes, pero esta situación de benevolencia hacia los cristianos cambia radicalmente cuando grupos radicales toman el poder, destruyendo templos, esclavizando a los cristianos, asesinando a obispos y sacerdotes. Mucho ha costado a los cristianos entender el peligro que para occidente significaban los musulmanes.
   
      La historia de la piedad experimenta un enriquecimiento condicionado por el auge de la espiritualidad monástica de las nuevas órdenes religiosas, y se le abren nuevos campos de gestos piadosos, de abnegación y sacrificio y hasta de experiencia mística. A la par del monje y del canónigo aparece el laico, aunque raras veces como portavoz (escritor, teólogo), por lo general como hombre de acción, cuyos motivos, sentimientos y oraciones da como expresión una nueva piedad como poeta, y nace del anhelo por una vida apostólica y de la voluntad de contrarrestar los movimientos heréticos. Pero sus formas están determinadas por el hecho de las cruzadas.
El hecho de que los llamamientos a la cruzada hallaran acogida tan impresionante en todas las capas del pueblo cristiano, apenas puede explicarse de otro modo, sino por el despertar y fortalecimiento de una actitud piadosa en que mostraron su eficacia elementos de instituciones y decisiones religiosas. Peregrinaciones (por penitencia, por devoción o por voto) las hubo siempre a Jerusalén, Roma y Compostela. Lo nuevo era la peregrinación armada, fomentada en el occidente latino, entre otros factores, por la idea del estado caballeresco ahora de más fuerte cuño cristiano. Así lo muestra el nacimiento de órdenes peculiares, cuyos miembros llevan por profesión las armas.
         La fuerza vinculadora, es una devoción a Cristo, más viva y de distinta dirección que antes. La predicación y el contacto pastoral de monjes, canónigos, obispos y clérigos , que estaban muy familiarizados con la Sagrada Escritura, sobre todo con el Nuevo Testamento, y ya el giro del Cristo, rey y Señor, al Jesús de Nazaret, que peregrina por la tierra, que sufre y está cerca de los hombres, redime y no domina, giro que comenzó a realizarse en el propio espíritu de piedad, había despertado en los laicos el deseo de vida apostólica, es decir, del personal acercamiento al Cristo, que les mostraba el camino de la salvación, se lo hacía posible y se lo mostraba ejemplarmente en sí mismo. El espíritu de cruzada aparece como una marca característica de la búsqueda por parte del cristiano de aquella salud eterna, que encuentra en una triple unión: unión con Dios en un servicio de obediencia (Dios lo quiere) con Cristo, en la imitación de su pasión, de su muerte y de su gloria (para Cristo, con él); con el Espíritu Santo, en el entusiasmo de la marcha, que se estima como nueva experiencia de Pentecostés. A esa triple unión con Dios conduce sobre todo el camino de la penitencia y oración. La expedición sacra tomaba parte en ella. La propia santificación, mirada como participación en la vía de la salvación, de la cruzada, unió a la cristiandad entera en común acción de piedad, y hace aparecer el espíritu de cruzada como la primera forma en la historia de la Iglesia de una espiritualidad laica de cuño uniforme.
         De este movimiento de liberación, impulsado por una devoción a Cristo y un amor de Dios que se elevan a entrega entusiasta, nace esta forma de piedad popular que abarca sobre todo las amplias masas de la cristiandad latina, se expresa en el espíritu de las cruzadas.

Covadonga es el antecedente de las cruzadas. Cuando las hordas musulmanas cubrieron poco a poco la península Ibérica. Sólo algunos rebeldes, dirigidos por un noble llamado Pelayo, se opusieron al invasor desde sus refugios en las montañas. Comenzaba así una Reconquista que se prolongaría casi ocho siglos en los que se libraron batallas sin igual que ya son leyenda: Covadonga, Clavijo, Simancas, Navas de Tolosa, el Salado... quen hicieron de la Reconquista una gesta sin precedentes en la historia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario