4 DE SEPTIEMBRE: SOLEMNE CANONIZACION DE LA BEATA TERESA DE CALCUTA.
Pbro.
Lic. Juan Carlos Flores Rivas.
El
próximo Domingo 4 de Septiembre del Año Santo Extraordinario de la Misericordia
2016, tendrá lugar la Solemne Canonización de la Beata Teresa de Calcuta, en la
víspera de la Memoria litúrgica señalada para celebrarla, desde que fue
beatificada, y quien falleció ese mismo día de 1997, en Calcuta, a la edad de
87 años. En 1950 fundó la orden femenina de las "Misioneras de la Caridad"
y su rama masculina ("Hermanos de la Caridad") en 1963. Recibió el
reconocimiento de Premio Nobel de la Paz 1979. Con este motivo, se preparan en
Roma ocho días de celebraciones. Acapulco estuvo presente en esa solemne
ceremonia de beatificación en El Vaticano, aquél 19 de Octubre de 2003 por el
Santo Padre Juan Pablo II. En esa ceremonia estuvieron presentes: el Presidente
Municipal de Acapulco Lic. Alberto López Rosas, acompañando al Arzobispo de
Acapulco Monseñor Felipe Aguirre Franco, junto con los presbíteros Juan Carlos
Flores Rivas, y Miguel Ángel Contreras Ontiveros, y el Señor Sergio Suárez, de
feliz memoria.
VISITANTE
DISTINGUIDA DE ACAPULCO. Del Viernes 20 al Martes 24 de Agosto de 1982, tuvo
lugar en Acapulco el Segundo Congreso Internacional para la Familia de las
Américas, en el Salón Teotihuacan del Centro Internacional de Convenciones de
Acapulco, donde participaron 3, 300 asistentes. Este importantísimo Congreso,
contó con la invaluable presencia de la Madre Teresa de Calcuta. El Domingo 22
de Agosto de 1982, tuvo lugar en Acapulco una maratónica jornada para Madre
Teresa de Calcuta, pues fue el único día de su estancia en Acapulco, por la
mañana pronunció un extraordinario discurso titulado “EL TEMOR AL NIÑO”, en el
Salón Teotihuacan del Centro Internacional Acapulco, durante el Congreso para
las Familias. Este discurso íntegro, puede encontrarse transcrito en nuestro
blog en internet ephemeridesacapulcanae.blogspot.com, te lo recomendamos
ampliamente.
MENSAJE
DE VIDA EN ACAPULCO CONTRA EL ABORTO. Madre Teresa dijo en Acapulco: “Eso es
precisamente lo terrible. Pensar que hoy en día un niñito no nacido aún, se ha
hecho foco de destrucción, que por él se quiere destruir el don de Dios,
tratando de destruir la presencia de Dios en el mundo... Esto es por lo que
Dios se hizo pequeño, pobre, indefenso, herido, además dice: “Cualquier cosa
que hagan por otro, lo harán por mí… Antes del matrimonio, si se comete un
error y la chica se encuentra con un niño, NO DESTRUYAN A ESE NIÑO, NO LO
MATEN, ACÉPTENLO, MANTÉNGANSE CERCA DE ÉL, YA QUE AL DESTRUIR AL NIÑO SE
COMETERÍA PECADO, UN PECADO MÁS GRANDE, Y SI NO QUIEREN AL NIÑO, YO LO QUIERO,
DÉNMELO A MÍ… Palabras que nunca dejarán de resonar en los corazones y las
mentes de hombres y mujeres de buena voluntad en Acapulco. EN LA PLAZA DE TOROS
CALETILLA. Por la tarde de ese mismo día, Madre Teresa acudió a la Plaza de
Toros Caletilla, para la realización de un festival popular, organizado por la
Dirección de turismo Municipal, en el que estuvo presente el Alcalde Amín Zarur
Menez, con motivo de felicitarla por sus 73 años de vida que en los próximos
días cumpliría.
La
Madre Teresa, quien para su venida a Acapulco ya era Premio Novel de la Paz
–tres años antes había recibido el galardón-, a pesar de su proyección
universal, no dejaba de ser una persona sencillísima, de un alma prístina, y
sobre todo alejada de todo lo que pudiera parecer superfluo. Los organizadores
del Congreso Internacional de la Familia, prepararon su estancia en una
espléndida habitación del Hotel Las Brisas, con una íntegra familia benefactora
de la Iglesia en Acapulco. Pero ella, coherente con su estilo de vida, desechó
tal ofrecimiento, y pidió al entonces Arzobispo de Acapulco Monseñor Rafael
Bello Ruiz –de feliz memoria-, ser hospedada en las humildes instalaciones del
Seminario del Buen Pastor de Acapulco, en Costa Azul. El Seminario se vio
bendecido así, por la presencia de esta ilustre visitante, quien se hospedó en
el área que ocupaban entonces las Religiosas Franciscanas de San José, quienes
atendían la cocina del Seminario, y pudo conocer de cerca la simplicidad del
estilo de vida del Arzobispo Bello, que por años habitó en un tejaban, con un
típico corredor costeño, y apenas una sencilla mesa que servía de escritorio.
Sin duda, este elocuente signo, de esta gran Santa contemporánea, dará sus
frutos, de abundante mies, que es esperanza de la semilla sembrada en el surco
de esta Costa Guerrerense.
La Hermana Mary Prema, sucesora de
Madre Teresa señala la enseñanza clave de la Beata en vísperas de canonización:
La enseñanza más importante fue “hacer siempre las cosas pequeñas con gran
amor”. “No tenemos que esperar grandes ocasiones para amar y darnos a nosotros
mismos, sino en las pequeños momentos de nuestra vida en comunidad, y
especialmente en el servicio a los pobres. Al limpiar, lavar, al dar una
sonrisa o una palabra amable”. La religiosa aconsejó también que “no tengamos
prisa” y “no participemos en una carrera en la que los proyectos y planes nos
priven de lo que realmente nos hace humanos, que es amar y ser amado (…).
Insistir y trabajar en el amor nos hace más capaces de aceptar lo que Dios nos
muestra a través del sufrimiento, por medio de rechazo u otras dificultades”. Aseguró
que el amor incondicional de madre fue lo más destacable de su predecesora: “no
fue su apariencia, fue la forma como se relacionó conmigo y con la que se hizo
a sí misma útil en la comunidad lo que me hizo conocer a una persona que ama,
que me aceptó, que me quiso y fue una madre para mí”. "Me impresionó la
sencillez de la vida que las hermanas llevaban en Calcuta y yo no podía
olvidarlo. Luego, lentamente, conforme mi vida de oración se fue haciendo más
rica, sabía que quería dar todo por Jesús”, recordó. Elegida como Superiora
General de las Misioneras de la Caridad el 24 de marzo de 2009. Para la Madre
Teresa, no sólo había mucho sufrimiento físico en el mundo, sino también un
profundo sufrimiento invisible y espiritual que se encuentra "en el pecado
y en la adicción a las conductas pecaminosas”. “El sufrimiento espiritual no
solo es un verdadero sufrimiento para aquellos que están en la ceguera del
pecado, sino también para aquellos que están sufriendo las consecuencias de esos
pecados". La solución, es simplemente amar a Jesús y practicar la
misericordia. “Ella fue un pequeño lápiz en la mano de Dios. Y tenía un solo
deseo, conocer y amar a Jesús, y que sea conocido y amado por todos. Su gran
deseo era hacer que la gente se beneficie y sea bendecida por el amor
misericordioso de Dios, con el que ella, a través de sus trabajos humildes,
presentaba de una forma tangible a las personas”.
Celebraremos
la Santa Misa de Acción de Gracias por la Canonización, y su visita a Acapulco,
en la Parroquia de San Judas Tadeo del Barrio de Tambuco (Caleta), en el
Fraccionamiento Las Playas, a pocos pasos del lugar donde visitó esta gran Santa.
¡Acompáñanos! Santa Misa 6 p.m. el mismo domingo 4 de septiembre. ¡Te
esperamos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario